Restaurante Mina

• Lugar: Bilbao
• Dirección: Muelle Marzana s/n
• Teléfono: 944 795 938

Ayer disfruté de una agradable cena junto al resto de integrantes del proyecto en el que ando metido y algunos antiguos compañeros, exceptuando alguna baja.

Fuimos a cenar al restaurante Mina, que en mi opinión tiene unas cuantas peculiaridades.

En primer lugar su ubicación. Para llegar, tomando como referencia el teatro Arriaga, podéis bordear la Ria en sentido Casco Viejo y cruzar por el puente de La Ribera. El restaurante está en una zona algo «chunga», próximo a la calle San Francisco. Yo desde luego no pasearía tranquilo por esa zona. Siempre tendremos la opción de simular un tic psicótico o ir arrastrando un pie, para pasar más desapercibidos y que no nos molesten, xd.

Al llegar al local, sorprende su discrección, solo un pequeño cartel en la fachada nos informa de que se trata de un restaurante. Nada más entrar a la derecha, hay una pequeña bodega y se deben subir unas escaleras para acceder al restaurante en sí.

Al acceder al comedor te das cuenta que es pequeño (si no recuerdo mal ví un letrero que indicaba una aforo de 60 personas) y automáticamente piensas: Me van a clavar. Afortunadamente ese pensamiento no me atormentó ayer, ya que no tuve que echar mano de la cartera.

Si miras por los ventanales, te das cuenta que es un lugar de contrastes. A pesar de no estar en una zona «high level» tiene unas vistas muy bonitas a la ria, sobre todo por la noche. Aquí vuelves a tener el mismo pensamiento que en el parrafo anterior.

El trato de los camareros es muy educado, te ofrecen probar el vino, te explican en que consiste cada plato, etc.

En nuestro caso, teníamos concertado un menú degustación que consistía en siete platos, que llaman medias raciones, tres entrantes, dos segundos (carne y pescado) y dos postres. Antes de servirnos nos comentaron que si a alguién no le gustaba algo de lo que había o no era tolerante a alguno de los alimentos, podían ofrecer una alternativa. 

Los entrantes estaban muy sabrosos, de los segundos la carne no me llamó demasiado la antención y el último de los postres tampoco. En general disfruté comiendo, los platos no son tan exquisitos como en el restaurante Zortziko, pero hay un nivel bastante alto.

Algunos detalles más que te indican que estás en un lugar de cierto nivel, son por ejemplo que te sirvan agua y vino ellos mismos o que recojan las migas de la mesa cuando acabas de comer y antes de servir los cafes y las copas.

Como os podéis imaginar, el precio de una cena aquí no es moco de pavo. Ya sabéis, ahora que se acercan las Navidades, podéis quedar de lujo regalando un cena en el restaurante Mina a vuestros padres, a vuestra pareja o al mendigo de la esquina, para hacer la buena acción del año.